El pasado 1 y 2 de abril, el espíritu solidario del Melanie Klein School se desbordó en sonrisas, abrazos y actos de amor durante nuestra actividad anual de Salidas de Ayuda Social. Estudiantes de Seniors (6°, 7° y 8°) y Masters (9°, 10° y 11°) visitaron 18 fundaciones que atienden a personas en situación de vulnerabilidad: adultos mayores, niños desplazados, personas con discapacidad, madres cabeza de hogar y personas en procesos de rehabilitación por farmacodependencia.

En cada una de estas visitas se tejieron puentes de humanidad, respeto y empatía. ¡Y todo comenzó mucho antes de salir del colegio!

Durante varias semanas, nuestros estudiantes se organizaron en equipos para diseñar actividades, crear manualidades, preparar dinámicas de integración y coordinar sorpresas pensadas con el corazón. Además, toda la familia Melanie Klein se sumó a una gran campaña de donaciones: padres de familia, estudiantes de Kids, Juniors y Teens, todos unieron fuerzas recolectando ropa en excelente estado, alimentos no perecederos, juguetes, kits escolares y de aseo, entre muchos otros aportes.

El colegio, por su parte, también puso su grano de arena… ¡o más bien, un camión lleno de amor! Entregamos megamercados, kits de higiene, gorros y medias para adultos mayores, y otras ayudas adaptadas a las necesidades específicas de cada fundación.

 “Lo que hiciste por uno de estos hermanos míos más pequeños, lo hiciste por mí” (Mt 25, 40)

Esta experiencia fue una verdadera escuela de vida, y como dice nuestro lema, hicimos sonreír a Dios con cada acto de generosidad. Los testimonios de nuestros estudiantes y docentes así lo confirman:

María Paula Cantor (11C) nos compartió que “fue una actividad muy linda en la que todos aprendimos de todos y vimos cómo es la realidad de muchas personas. Nos dejó una enseñanza enorme.”

Julian Fique (11C) destacó que “fue una oportunidad para descansar de lo académico ayudando a alguien más. Nos mostró lo afortunados que somos y cómo podemos tener una perspectiva diferente de la vida.”

Sebastián Neusa, docente, expresó que “la disposición de los estudiantes fue total. Se involucraron con compromiso, y el reconocimiento de las fundaciones fue inmenso.”

Sara Gaspar (9A) reflexionó: “Estas actividades nos sacan de la burbuja y nos enseñan a valorar lo que tenemos y a pensar en cómo ayudar en el futuro.”

Luis Alejandro Garavito (10B) compartió una gran lección: “Incluso quienes tienen enfermedades graves eligen ser felices. Aprendí a valorar más la vida.”

Darlein Pérez, docente, dijo emocionada: “Esta actividad une a toda la familia Melanie Klein. Estamos bendecidos para bendecir.”

Juan David Colmenares (6A) resaltó la importancia de acompañar a los abuelitos: “Había uno que decía que lo mejor en la vida es vivir al 100.”

Como colegio, nos sentimos profundamente orgullosos de ver florecer en nuestros estudiantes el sentido de la empatía, el servicio y el compromiso con los demás. Estas salidas no solo transformaron los corazones de quienes recibieron ayuda, sino también los de quienes dieron su tiempo, su energía y su amor.

Seguiremos adelante con estas iniciativas, porque sabemos que formar ciudadanos del mundo también implica formar corazones dispuestos a servir. Y porque cada pequeño acto de bondad deja una huella imborrable.

Gracias a cada familia, estudiante y docente por hacer parte de esta maravillosa misión.