¿Vives con propósito o sólo estás viviendo? Con esa pregunta, Evan Craft despertó los corazones de nuestros estudiantes durante su visita a nuestra familia Melanie Klein School. No fue solo un concierto, fue una conversación profunda sobre identidad, propósito y el poder de vivir con sentido.
Fue una mañana llena de entusiasmo, música y reflexión. El auditorio del colegio se transformó en un espacio vibrante, donde las voces, las risas y la emoción se mezclaron con mensajes que invitaban a pensar y a agradecer; Evan llegó con su guitarra y con una historia que tocó fibras: habló de los retos personales, de las pausas necesarias y de cómo cada experiencia puede convertirse en una oportunidad para crecer y para dar.
Con sencillez y un profundo sentido de humanidad, Evan compartió su experiencia de vida, habló sobre los desafíos de las futuras generaciones —especialmente de la generación Alfa— y nos invitó a reflexionar sobre la importancia de vivir con propósito. Expresó que, en el futuro, llevar una vida saludable será algo natural, pero el verdadero reto será mantener una vida con sentido, arraigada en los valores del amor, la fe, el servicio y la empatía.
Durante su presentación, intercaló canciones con reflexiones que conectaron con cada etapa de la vida escolar. El ciclo Teens fue, sin duda, quien más disfrutó el concierto: cantaron, aplaudieron y bailaron a todo pulmón sus canciones, dejando ver esa energía contagiosa y optimista que los caracteriza. Los estudiantes del ciclo Masters, por su parte, gozaron a su manera juvenil: atentos, reflexivos, acompañando con sonrisas, palmas y miradas cómplices que demostraban cómo la música también puede ser un espacio de encuentro y autenticidad.
Cada canción fue una invitación a pensar, a agradecer y a soñar. Evan transmitió con su ejemplo la importancia de ser auténticos, de servir a los demás y de mantener la esperanza incluso en medio de los desafíos. Al finalizar, dedicó un espacio cercano para compartir con los asistentes y firmar ejemplares de su libro, dejando un mensaje de gratitud y propósito a quienes se acercaron.
Fue una mañana que nos unió como comunidad, una jornada que reafirmó nuestro compromiso de formar generaciones que vivan con conciencia, amor y excelencia. Porque en el Melanie Klein School creemos que cada pequeño acto de bondad deja una huella imborrable, y que cuando vivimos con propósito, contribuimos a construir un mundo mejor.
Sigamos construyendo juntos una familia MKS que transforme vidas.
Bendecidos para bendecir. La gloria sea para Dios.